En los comienzos del lenguaje el hecho de poder dar el nombre a las cosas, de poseerlas por medio de la voz, debió tener para el hombre un encanto maravilloso y en algún forma oculto. El mundo comenzó a ser dominado en virtud de la palabra.
Es revelador que en las viejas historias existan palabas mágicas que abren puertas, destruyen obstáculos, rinden voluntades y cuyo secreto no se explica jamás.
El prestigio ancestral de la palabra revive ante las voces extrañas, como si en particular sonido abriera puertas cerradas en el alma.
-Ciro Alegría.
Es revelador que en las viejas historias existan palabas mágicas que abren puertas, destruyen obstáculos, rinden voluntades y cuyo secreto no se explica jamás.
El prestigio ancestral de la palabra revive ante las voces extrañas, como si en particular sonido abriera puertas cerradas en el alma.
-Ciro Alegría.